Cerca de las vías

  Nos levantamos pensando que todo va a ir bien, que nada parará nuestros pies. Que todo es precioso, que podemos con todo. Pero no, no es cierto. Puede pasar algo inesperado, como lo que me ha pasado hoy a mí. Que te desanima. Que te deja casi sin fuerzas. Que hace que cambies de mentalidad por un momento y te plantees esas preguntas sin respuesta. Eso de que 'para qué, para qué seguir' si 'esta vida es un mal sueño'. Pero no podemos seguir así, no podemos continuar con esa mentalidad. El porqué es simple. Somos seres humanos, seres únicos. Capaces de levantarnos tras una gran caída. Capaces de apoyarnos y convencernos de que por muchas cosas malas, desagradables que pasen, hay otras mil que son buenas. Y, tenemos esa suerte. Poder ser fuertes, permanecer en pie. Mantener la sonrisa en la cara.
  
   Estar cerca de todo, tanto bueno como malo, te hace persona. Te hace fuerte frente a los obstáculos,  las adversidades. Somos todo lo que nos pasa, como dice el gran Fito. Y sí, es cierto. No elegimos nuestra vida, ya que no está escrita en ningún libro. Nuestra vida está en blanco y nosotros la vamos llenando de hechos, de contenido, de vida. Y, así es. Así es todo. Puedes tener más o menos suerte, pero así funciona todo. Mecanismos como los de un reloj son los que nos dan cuerda y..cordura. Queremos tener el control de muchas cosas, en ocasiones, pero no siempre puede ser así. Debemos dejar que las cosas que fluyan, no ser metódicos.

   Me gustaría poder apoyar más a las personas que me importan, pero quizá porque estoy ocupada, porque no tengo mucho tiempo y porque soy un oco imbécil, lo voy dejando... y no está bien. Me he hecho a la idea que después de este año, llegará la universidad, si todo va bien.. e intentaré apoyar más a mi família y a mis amigos. Porque se lo merecen. Son grandes personas y, como siempre digo, me siento afortunada en ese sentido. A pesar de todo, ellos son los que me apoyan, me animan y me quieren. Y, aunque algunas personas se han ido, nos han dejado, sé que me han querido y apoyado siempre.
Sé que tú hace tiempo que te fuiste, pero, fuiste una de mis inspiraciones para seguir entrenando, fuiste de las personas que más me apoyaban y cada vez que salía de entrenar y te veía me animabas y me decías que no lo dejara. Y no lo hice... hasta este año. Pero espero retomarlo pronto, porque me airea, me hace sentir tan bien como la música. Y porque me encanta la magia del equipo. Nunca te dije gracias, porque perdí la ocasión, pero muchas veces, lo he hecho. Y, aunque físicamente no me vas a poder dar abrazos, ni mirarme, ni decirme nada.... eres especial.